(Diario de Noticias 13 agosto 2009)
La risa no tiene edad
En el marco de la Colonia Urbana Intergeneracional 'De 3 a 103', la residencia de ancianos El Vergel de Pamplona recibe la visita de los niños del campamento de Cruz Roja para compartir sus experiencias
U NA buena carcajada o una sencilla sonrisa en un rostro cansado por el paso del tiempo es algo que sólo logra la inocencia de un niño. "Con alegría y con buen humor cualquier enfermo puede rehabilitarse" enseñaba el doctor Patch Adams a sus pacientes en la película en la que Robbin Williams da vida a este personaje, al igual que el programa De 3 a 103 Colonia Urbana Intergeneracional que incorpora Cruz Roja Navarra en sus actividades del campamento urbano de verano.
Esta semana, 90 menores, de entre 3 y 11 años, han visitado la residencia de ancianos El Vergel de Pamplona con la idea de pasar un momento divertido con los 160 residentes. "La iniciativa dura tres días y se organiza en tres grupos de unos 30 niños para que la experiencia del intercambio sea abarcable. El hecho de que lleguen muchos niños implica que a veces se dispersen mientras que los grupos más pequeños te da la posibilidad de controlar más la actividad y así poder sacarle más beneficio", explica Francisco Javier de Prada, director de la residencia.
Siguiendo las instrucciones del personal del centro y de las dos monitoras voluntarias de Cruz Roja, pequeños y mayores se unen para realizar la distintas actividades previstas para el día -taller de manualidades, sesión de ejercicios en el gimnasio del centro, juegos y paseos por el jardín- que crean momentos únicos entre los anfitriones y los diminutos invitados. "Los niños animan mucho a los mayores a la hora de iniciar las actividades de psicomotricidad, sobre todo los que tienen un discapacidad física más acusada", señala De Prada.
Y tanto que los beneficios se pueden comprobar en el estado de salud de los residentes a nivel físico, moral, cognitivo y social. "Al final, que se rían y sonrían para mí es salud. Es importante que el estado psicológico de la persona esté bien ya que se nota luego en el estado físico. Cuando salen de aquí se van como si hubieran hecho cuatro horas de gimnasio, salen encantados", destaca Tamara Comas, fisioterapeuta de El Vergel.
diversión para todos No sólo las personas mayores y los niños del campamento urbano de Cruz Roja se lo pasan bomba, el propio personal del centro aprovecha esas visitas para "echarse unas risas" y "romper con la rutina". "Es muy recomendable esta actividad porque la vitalidad que tiene un niño es buena aunque hay algunos que ven un niño y se agotan. Estamos todos encantados que vengan", explica Comas.
Por su parte, Clara Martínez, una de las dos monitoras de Cruz Roja, reseña que es una buena experiencia para su futuro profesional ya que quiere dedicarse a la Educación Social. "Estas iniciativas siempre les vienen a los niños bien porque están ante una situación a la que no suelen enfrentarse día a día. Es importante que sepan que existe porque cuanto antes aprendan que eso es la realidad, antes aprenderán a respetarla", apunta la joven de 18 años.
Aunque, al final del día ,las nuevas amistades se separan, la relación no se acaba. "Estamos preparando un blog para que los residentes y los niños compartan opiniones y mantengan la relación fuera de la colonia", subraya De Prada. Y es que los buenos momentos son para siempre.
En el marco de la Colonia Urbana Intergeneracional 'De 3 a 103', la residencia de ancianos El Vergel de Pamplona recibe la visita de los niños del campamento de Cruz Roja para compartir sus experiencias
U NA buena carcajada o una sencilla sonrisa en un rostro cansado por el paso del tiempo es algo que sólo logra la inocencia de un niño. "Con alegría y con buen humor cualquier enfermo puede rehabilitarse" enseñaba el doctor Patch Adams a sus pacientes en la película en la que Robbin Williams da vida a este personaje, al igual que el programa De 3 a 103 Colonia Urbana Intergeneracional que incorpora Cruz Roja Navarra en sus actividades del campamento urbano de verano.
Esta semana, 90 menores, de entre 3 y 11 años, han visitado la residencia de ancianos El Vergel de Pamplona con la idea de pasar un momento divertido con los 160 residentes. "La iniciativa dura tres días y se organiza en tres grupos de unos 30 niños para que la experiencia del intercambio sea abarcable. El hecho de que lleguen muchos niños implica que a veces se dispersen mientras que los grupos más pequeños te da la posibilidad de controlar más la actividad y así poder sacarle más beneficio", explica Francisco Javier de Prada, director de la residencia.
Siguiendo las instrucciones del personal del centro y de las dos monitoras voluntarias de Cruz Roja, pequeños y mayores se unen para realizar la distintas actividades previstas para el día -taller de manualidades, sesión de ejercicios en el gimnasio del centro, juegos y paseos por el jardín- que crean momentos únicos entre los anfitriones y los diminutos invitados. "Los niños animan mucho a los mayores a la hora de iniciar las actividades de psicomotricidad, sobre todo los que tienen un discapacidad física más acusada", señala De Prada.
Y tanto que los beneficios se pueden comprobar en el estado de salud de los residentes a nivel físico, moral, cognitivo y social. "Al final, que se rían y sonrían para mí es salud. Es importante que el estado psicológico de la persona esté bien ya que se nota luego en el estado físico. Cuando salen de aquí se van como si hubieran hecho cuatro horas de gimnasio, salen encantados", destaca Tamara Comas, fisioterapeuta de El Vergel.
diversión para todos No sólo las personas mayores y los niños del campamento urbano de Cruz Roja se lo pasan bomba, el propio personal del centro aprovecha esas visitas para "echarse unas risas" y "romper con la rutina". "Es muy recomendable esta actividad porque la vitalidad que tiene un niño es buena aunque hay algunos que ven un niño y se agotan. Estamos todos encantados que vengan", explica Comas.
Por su parte, Clara Martínez, una de las dos monitoras de Cruz Roja, reseña que es una buena experiencia para su futuro profesional ya que quiere dedicarse a la Educación Social. "Estas iniciativas siempre les vienen a los niños bien porque están ante una situación a la que no suelen enfrentarse día a día. Es importante que sepan que existe porque cuanto antes aprendan que eso es la realidad, antes aprenderán a respetarla", apunta la joven de 18 años.
Aunque, al final del día ,las nuevas amistades se separan, la relación no se acaba. "Estamos preparando un blog para que los residentes y los niños compartan opiniones y mantengan la relación fuera de la colonia", subraya De Prada. Y es que los buenos momentos son para siempre.
Al final del informativo de Televisión hablan del Campamento
Aquí está el enlace del programa de la Cope en el que puedes oír qué se dijo
No hay comentarios:
Publicar un comentario